ADICCIONES

El pasado 16 de febrero, tuvo lugar la segunda exposición grupal dedicada en este caso a las adicciones, un tema mucho más amplio de lo que la mayoría de los oyentes nos habíamos imaginado.

Según la OMS, adicción es el estado de intoxicación crónica y periódica originada por el consumo repetido de una droga, natural o sintética, caracterizada por una compulsión a continuar consumiendo por cualquier medio, una tendencia al aumento de la dosis, una dependencia psíquica y generalmente física de los efectos y que conlleva consecuencias perjudiciales para el individuo y la sociedad.

Sin embargo, internos en una sociedad cada vez más cambiante, hablar de adicciones refiriéndonos solo a drogas naturales o sintéticas, es intentar engañarnos, pues ya no solo se tienen adicciones a lo que habitualmente venía siendo común (alcohol, tabaco u otro tipo de droga),sino que se han unido nuevas drogas de diseño.

Con el paso de los años, se ha observado que también existen conductas (sin consumo de sustancia previo) que tienen capacidad suficiente para producir dependencia y el resto de características comunes de las dependencias provocadas por sustancias psicoactivas.

Entonces ¿qué puede propiciar una situación o conducta de dependencia?

Entre los factores de riesgo de carácter psicosocial, pueden presentarse desde varias perspectivas como la individual, familiar, social, cultural, grupo de iguales, entorno, etc.

Las adicciones se pueden categorizar para un mejor estudio, en función de si la adicción es provocada por una determinada conducta o por la ingestión de una sustancia determinada.

Las nuevas adicciones detectadas, a parte de las que ya venían siendo conocidas y en parte habituales (sustancias tóxicas, ya sean naturales o de diseño), son conductas adictivas: juego, sexo, relaciones, sectas, trabajo, internet, nuevas tecnologías, etc.

Puede darse el caso en el que más de una adicción coexista o además esté relacionada con alguna enfermedad de carácter psicosocial y además, el perfil de persona con adiciones no está nada claro, al constituirse por un grupo muy heterogéneo de personas.

¿Cómo se intenta dar respuesta a esta problemática?

Desde la Junta de Andalucía (Decreto 2002/2007) se intenta dar respuesta a esta problemática desde una política que vincula a las Administraciones así como a las entidades privadas e instituciones que trabajan en este ámbito.

Se trabaja desde cuatro líneas de actuación:

*Prevención

*Atención socio-sanitaria

*Incorporación Social

*Reducción de daños

*Información, formación e investigación

El objetivo general que persiguen estas estrategias es promover la toma de decisiones responsables respecto a las sustancias y actividades adictivas, incidiendo en los factores personales y sociales implicados en las mismas, favoreciendo la disminución de las consecuencias negativas del consumo y las adicciones, proporcionando los recursos para su atención y priorizando la normalización social de los afectados.

Buscando programas y planes tanto a nivel estatal como autonómico, podemos comprobar que con respecto a la drogodependencia existen más recursos, instituciones, proyectos, etc. que con respecto a la temática de adicciones, en general. Esto es debido a que el problema de drogodependencias se está trabajando hace años, por lo que tiene ya un recorrido en generar intervenciones, y con otro tipo de adicciones, aun queda mucho que hacer, ya que muchas se están detectando en este último tiempo.

Existen numerosas asociaciones, grupos de autoayuda, dedicados a facilitar la rehabilitación y reinserción social de personas que presentan este tipo de dependencias, como hemos dicho anteriormente, especialmente dedicado al consumo de tóxicos. Asociaciones para tratar otro tipo de adicciones, están apareciendo poco a poco, mientras se siguen detectando nuevas problemáticas.

Según un estudio realizado a finales del 2004 a 960 jóvenes de 12 a 19 años por la asociación canaria Aluesa (Atención a la Ludopatía y a la Exclusión Social), un 9 por ciento de esta población se podía considerar dependiente de internet, y otro 5 por ciento en riesgo de adquirir esta dependencia. La primera cifra sería "un uno por ciento mayor que los afectados por la ludopatía". Y lo explica al ser "mayor la accesibilidad, ya que no hay que salir de casa". Respecto a los videojuegos, para un 8 por ciento suponía un problema mientras que un dos por ciento lo consideraba un riesgo. Sobre el móvil (el 90 por ciento tenía uno) reconocía sufrir una excesiva dependencia el 32 por ciento y un 30,3 se sentía mal cuando no recibía mensajes de texto.

Tras conocer diferentes cifras, informarnos en la exposición de clase, y la búsqueda de información, se puede concluir que las adicciones (especialmente las recientemente detectadas) constituyen un nuevo reto tanto para la sociedad como para los futuros profesionales de lo social.

Partimos de que la prevención tanto con esta temática como con muchas otras que posicionan a un individuo en riesgo de exclusión o de padecer un problema psicosocial, es importante e imprescindible.

Las adicciones constituyen una problemática extendida que no sabemos a día de hoy con claridad, hasta donde abarca ni mucho menos delimitado el perfil de la persona que es adicta. Lo único que tenemos más claro es que los factores de riesgo que influyen en una persona y lo empujan hacia una situación de vulnerabilidad son muchos, por lo que las actuaciones preventivas no bastan de cara a las personas que presentan el perfil determinado, sino que han de abarcar mucho más, todos los factores que se consideren de riesgo ante este tipo de problemáticas.

Por tanto, también sería conveniente evaluar si los programas preventivos llevados a cabo hasta ahora en materia de drogodependencias y otras adicciones están siendo fructíferos o si por lo contrario, no se están produciendo cambios ni en la concienciación en consumo responsable ó sensibilización del problema de cara al resto de la sociedad.

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